viernes, 26 de octubre de 2007





UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
EL HIMNO
En 1934 cuando recién comenzaba el maestro José María Bravo Márquez como profesor de música, durante un acto académico en el Paraninfo se oyó por primera vez, con letras en inglés, un coral de Robert Lawring, interpretado por el Orfeón Antioqueño. Esta melodía fue utílizada por el profesor Bravo Márquez para servir de fondo a la letra que escribio el poeta universitario, Edgar Poe Restrepo.
Desde entonces los universitarios, hijos del Alma Mater, cantan con honor el Himno que los identifica.

"Cantaremos entusiastas
a nuestra Universidad,
Alma Máter de la raza,
invicta en su fecundidad.
¡Viva la Universidad!
gritemos todos con gran emoción
¡Que viva la Universidad!
cantemos con grande fervor.
Madre que de tus semillas
savias nobles siempre das
al pródigo, amado hijo
muchas para cultivar.
Himno sacro te cantamos
fuente de eternal amor,
nuestras voces el espacio
llenan hoy en tu loor"

EL ESCUDO
Hacia el año de 1922, el doctor Emilio Robledo encargó al doctor Horacio Rodríguez un dibujo sobre lo que debiera ser el escudo universitario. Examinados tres proyectos, fue escogido el que se exalta en estos momentos. Es de forma ovalada, en su parte superior y sobre un centro, sobre fondo blanco y en color verde, un áncora, con su cadena respectiva. Sobre ella una faja verde con la palabra "Medellín". De los extremos de la faja central penden dos blandones encendidos.
El áncora indica que la Universidad respeta toda noble tradición, sin que pretenda detenerse en el pasado, pues mira insistentemente hacia el futuro. Anclada en un puerto, con seguridad y firmeza, espera un momento de bonanza para continuar su marcha, en busca de más amplio horizontes. Y los blandones encendidos, imagen son de la ciencia que expande este foco de inagotable luz.

LA BANDERA
Dos franjas de iguales dimensiones, colocadas horizontalmente con los colores blanco y verde del Depattamento, colocados inversamente forma la Bandera de la Universidad.
El verde recuerda nuestra esperanza, no sólo en Dios, de quien procede todo bien, sino en la raza que ha de llevar a Colombia por caminos de paz a su inmortal destino.
El blanco representa la pureza de costumbres que debe distinguir a las directivas y a los estudiantes de esta casa.

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