lunes, 30 de julio de 2007



PARÉNTESIS

Gonzalo Gallo


Cielo e infierno no son lugares, son estados del alma, son el amor o desamor de cada ser. No hay cabida para un infierno eterno si Dios es un padre amoroso y rico en perdón. Es errado leer los textos bíblicos de un modo literal , mejor es creer que cada acción lleva en sí misma su premio o su castigo. Un castigo eterno es un un buen medio para asustar a la gente, pero va en contra de lo que es Dios. Acá y en la conciencia de cada ser los actos dejan una huella sin que existan castigos eternos. La vida continúa después de la muerte y todos tendremos la oportunidad de evolucionar en el amor. No hay seres buenos o malos, solo hay almas más o menos avanzadas en el amor. Tú mismo creas el cielo con el amor o el infierno con el desamor. para ti y para los demás.

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